“Para mí Misión de Vida fue una experiencia única. Esta me permitió entender lo distintos que somos en tiempos de misión versus el tiempo normal, en tu casa, en la universidad, en vacaciones... Realmente entendí lo cambiados que nos vemos junto al resto de los misioneros y lo rápido que esto se acaba. Esto fue diferente con el grupo de humanidades porque  el grupo humano que se formó fue muy fuerte y genial. Me tinca que todos creemos que en un lugar como humanidades es bacán tener gente cerca que comparta tus ideales, y estas personas son con las que me tope allá. Desde el lado de la gente misionada, nos toco un sector difícil, muchas casas vacías y gente no interesada, pero por esto también pienso que es un sector muy necesitado de Dios. Claramente nos encontramos muchas joyitas dentro de la comunidad también, señoras que nos recibían contentos, niños que no fallaban para el taller, etc. Eso es lo que podría decir de la tremenda zona que me tocó”