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NUESTRA HISTORIA

Cuando la pandemia parecía dar tregua, surgen las primeras señales de una segunda ola, que hacían presagiar que el 2021 se desenvolvería de manera similar al año pasado. Por lo mismo, los desafíos aumentaron, y seguir construyendo un proyecto en donde lo presencial paso a ser atípico eran sin duda motivos suficientes para innovar en nuestra evangelización.

De esa forma, se quiso volver a los orígenes del proyecto, para que todo lo nuevo no pierda identidad y que el sello del misionero MdV siga patente. Así, la alegría y la vocación tomaron un rol preponderante como herramientas para que nuestro país vuelva a tener un encuentro con Dios, siendo de paso elementos claves para tomar una decisión también nunca vista en la dirección de Misiones y Trabajos: ser un proyecto con todas sus zonas permanentes, de modo que la misión no se limite únicamente a los días de invierno.

Con lo anterior, podríamos realmente contribuir a que la vida y vocación sean una misión, teniendo como complemento un trabajo fuerte en redes sociales, en instancias formativas y de oración que le den un fondo, sentido y contenido a este gran paso que queríamos dar.
Para finalizar, en tiempos donde el trabajo en conjunto es fundamental, consolidamos por primera vez una “Zona Trébol” junto a Trabajo País y el proyecto Bandera en la comuna de San Ramon. Además, se genera un vínculo con Siembra en búsqueda de organizar jornadas de vocación para escolares, en donde los universitarios colaboren de manera directa.

Principio
Ancla 1

Desde tu encuentro con Cristo,
compartamos hoy la esperanza para Chile

Uno de los terremotos más devastadores jamás presenciados por la humanidad asoló nuestras tierras a comienzos del 2010. En medio de toda la conmoción generada, Misión de Vida debió tomar un rol protagónico a la hora de devolver la esperanza a todos los rincones del país.

Aceptando el complejo desafío de ayudar a las comunidades más afectadas, el enfoque de este año estuvo centrado en la caridad. Para ello, se impulsaron numerosas campañas de acción social dirigidas a los estudiantes y funcionarios más vulnerables de nuestra universidad.

Esta mentalidad se transmitió a su vez a las distintas zonas mediante los voluntarios, quienes se dispusieron a enseñarle a la gente de cada sector misionado cómo encontrar un sentido en su dolor.

Despierta discípulo, vivamos alegres en la santa misión

 A comienzos del año 2009 los estudiantes de la Pontificia Universidad Católica nos sentimos interpelados por el desafío de responder al llamado de nuestros obispos en Aparecida a emprender una Misión Continental.

 Misión de vida se nos presenta así como una invitación a vivir una experiencia personal  y comunitaria de encuentro con el Señor, para volver, desde Cristo y en el espíritu de la primera comunidad, a ser sus discípulos misioneros de tal manera que nuestros pueblos en Él tengan vida.
 
 Este es el espíritu de la Misión Continental, y este es el nuevo fuego que hemos querido encender en todos los corazones, llevando un mensaje de esperanza y alegría a todas las comunidades de nuestro país. 
 

Edificados en Cristo,
seamos Iglesia hoy

 Entusiasmados por anunciar el Evangelio en todos los lugares donde la fe escasease, este 2011 comenzamos a preparar nuestros corazones para vivir una nueva versión de la Jornada Mundial de la Juventud.
 
Fieles a la recomendación del Papa Benedicto XVI, el proyecto decidió concentrar sus esfuerzos en la misión interna. Así fue como, coordinando en los distintos territorios una lectio divina semanal, se pretendió otorgar una mayor relevancia al predicar desde una fe bien fundada entre los estudiantes.

Alentados a su vez por la idea de enraizar la vida de cada comunidad en torno a Dios, es que se incentivó a todos los voluntarios a promover la conformación de pastorales juveniles en sus respectivas zonas.

Ven Señor,
convierte mi vida en tu misión

Unidos a la propuesta de evangelización impulsada por la Misión Continental del 2012, nos hicimos partícipes de Misión Joven. De este modo, nuestra principal motivación para este año consistió en revitalizar el compromiso de las generaciones lozanas con nuestra Iglesia en sus diversos ámbitos.

Con la intención de generar instancias de formación más significativas para la comunidad universitaria, se reforzaron los vínculos con Pastorales de Carrera, invitándolos por primera vez a participar de nuestros consejos ampliados. En línea con lo anterior, el proyecto realizó el primer retiro general de voluntarios para preparar las misiones de invierno.

Promoviendo esta dinámica de acompañamiento hacia las zonas, se establece el cargo de regional al interior del Consejo. Este puesto tendría la importante labor de guiar el actuar de los jefes de zona a lo largo del semestre en sus trabajos de planificación.

Unidos en la fe,
siempre en misión por Cristo

En el 2013 Misión de Vida se propuso el desafío de profundizar el entendimiento de nuestro encuentro con Cristo, prestando especial atención a la coherencia con la cual transmitimos nuestra fe a los demás.

Conducidos por este propósito se comenzaron a organizar almuerzos sobre contingencia en los distintos campus de la universidad. El fin de estas instancias abiertas a toda la comunidad era el de discutir algunos de los temas más relevantes del acontecer nacional a la luz del Evangelio.

Anhelando replicar esta consistencia al servicio de la misión es que se redactaron los primeros informes de seguimiento zonal. En estos documentos se registraban los objetivos propuestos y no logrados de las distintas zonas misionadas, para que así futuras generaciones pudiesen terminar de suplir estas necesidades. 

Alegres en Cristo,
vamos sin miedo a servir

Iluminados por la fe quisimos entregarnos por completo al servicio de nuestro país, acercándonos cada vez más a aquellos territorios en donde aún no se conociera la Palabra de Dios.

Sumándonos a los esfuerzos de la Iglesia nos unimos nuevamente a la Misión Territorial este 2014. Una novedosa propuesta destinada a compartir la Palabra de Dios en cada una de las unidades académicas y administrativas de nuestra universidad.

Movidos a su vez por la esperanza y alegría inherentes a cada católico comenzamos a redefinir nuestras actividades de captación y difusión. Empleando campañas más acogedoras buscamos dar a conocer la imagen de una Iglesia cercana con las comunidades.

Levántate misionero,
y hagamos de nuestra vida un encuentro con Cristo

 Inspirados en la exhortación apostólica Evangelii Gaudium, la misión del 2015 se caracterizó esencialmente por incursionar en nuevos caminos para difundir nuestra fe entre los demás.

Guiados por este ideal se crea la zona itinerante de Oriente. Un espacio inédito para que los estudiantes de este campus tan emblemático pudieran acercarse a la acción pastoral, poniendo así todos sus talentos al servicio de la misión.

Alentados a su vez por este esperanzador escrito se pretendió dar una nueva identidad al proyecto, e inspirados en la figura de San Pablo, se compone la oración y el himno oficial de Misión de Vida.

Renuévame Jesús,
confío en tu misericordia

La misión del 2016 se vio fuertemente marcada por el Jubileo de la Misericordia anunciado por el Papá Francisco. Esperanzadora celebración que nos instaba a salir en auxilio de las almas más desamparadas de nuestro país.

Aceptando esta invitación a vivir juntos en la concordia y bondad de nuestro Señor, Misión de Vida decide impulsar la Misión Misericordia. Iniciativa que tenía por objetivo el generar puentes de unidad con la comunidad aledaña al campus San Joaquín, valiéndose de dinámicas jornadas de reflexión en torno a la caridad. 

Este enfoque conciliador se extendió a las catorce zonas del proyecto, las cuales se preocuparon encarecidamente de recorrer los sectores más desolados de cada localidad.

Encontrémonos en Cristo,
y salgamos a entregar la vida entera

Siguiendo fielmente la recomendación del Santo Padre en la exhortación apostólica Evangelii Gaudium, este 2017 decidimos hacer de la santidad en la vida diaria el enfoque principal de este año. Siendo una verdadera Iglesia en salida nos preparamos para responder a la realidad de nuestro país, renovando profundamente nuestro mensaje evangelizador.

Comprendiendo que nuestro actuar no puede circunscribirse únicamente a las misiones de invierno, nos dispusimos a impulsar la creación de la zona permanente de Macul. Con salidas mensuales a terreno quisimos demostrarle a la comunidad que las necesidades espirituales están muchas veces más cerca de lo que pensamos.

En este sentido, decidimos darle un nuevo valor a la misión en las zonas visitadas, procurando subrayar el impacto que podemos tener en los demás si velamos por compartir la esperanza, fe y caridad en la que vivimos por Cristo.

Por Cristo,
la vida

Las debilidades e incoherencias exhibidas por miembros del clérigo nacional durante el 2018 comenzaron a mermar la confianza en la Iglesia al interior de la ciudadanía. Preocupados por revertir esta nociva tendencia el proyecto debió incursionar en nuevos rumbos.

Confiados en la fecundidad de sus esfuerzos se decide fortalecer el vínculo del proyecto con Pastorales de Carrera, entendiendo que los voluntarios necesitarían un apoyo constante e incondicional durante este período de adversidad.

Extrapolando este principio a las zonas visitadas se replantearon los ciclos de misión, prestando especial atención a la formación espiritual de quienes ya participaran activamente en sus respectivas comunidades.

Valientes por Cristo,
levantemos nuestra Iglesia

Lamentablemente la complejidad de la situación tuvo una magnitud  mayor a la esperada, llevándonos a una las crisis más dolorosas de nuestra Iglesia. Enfrentados a esta compleja realidad, Misión de Vida se vio en la necesidad de reaccionar con más ímpetu que nunca durante el 2019.

Estableciendo una nueva alianza estratégica junto a Trabajo País, este año se crearon las primeras zonas mixtas del proyecto. Estos espacios buscaban combinar la construcción de espacios de culto con el fortalecimiento espiritual de las comunidades locales.

Asimismo se concibe la idea de crear un tercer jefe de zona. Un individuo perteneciente a la localidad a misionar, quien pudiese continuar con la labor apostólica durante el año, velando por el desarrollo espiritual de su comunidad.

Con el Amor de Cristo, encendamos la Esperanza

En un Chile muy polarizado post estallido social y adentrándose en una pandemia sin precedentes, es que Misión de Vida 2020 se plantea el desafío de reinventarse y ser una respuesta al dolor en tiempos tan complejos. La misión presencial se volvía imposible y la mecánica de trabajo debía cambiar por primera vez en 11 años de proyecto.

Es por lo mismo, que luego de largas horas de jornada, se llega a la conclusión de que era ese Amor de Cristo el que podía encender la esperanza de tantas personas y familias que estaban sufriendo los efectos del estallido y la pandemia en carne propia.

Se decide utilizar las redes sociales como vía de evangelización, por medio de entrevistas y testimonios. Además, y luego de un arduo trabajo, se concretan las primeras misiones virtuales de la historia de Misión de Vida, con cifras inimaginables para esos tiempos y una misa final que sin duda significó una emoción muy grande para cada asistente.

El año se cierra con otro acontecimiento especial, asistimos por primera vez desde el 2009 a campamentos, empapándonos de una realidad que se traduciría en motivación principal de Misión de Vida 2021, mostrando que es precisamente ese Amor de Cristo el que nos impulsa a compartir de manera continua con el prójimo.

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